Joe Biden del partido demócrata ha sido elegido como el 46to presidente de los EE.UU.
Tras un intenso y extenso recuento de votos, el pueblo estadounidense ha dejado más que claro que busca un verdadero cambio de rumbo.
Pero vamos por partes.
Plan económico
Uno de los principales aspectos de cualquier campaña política es lo que se refiere a medidas económicas y Estados Unidos no va a ser la excepción. Tras 4 años de medidas económicas más laxas para los grandes capitales empresariales, Biden pretende tomar ciertas medidas para aumentar la recaudación. Vamos lo de siempre, aumentar impuestos:
- Aumentar la tasa impositiva corporativa del 21 al 28%
- Duplicar la tasa impositiva actual de la deslocalización al 21%
- Incrementar la tasa impositiva máxima sobre la renta de las personas físicas de nuevo al 39,6%
- Para las corporaciones, empresas y los que más ganan aumentará sustancialmente las obligaciones fiscales
Para los inversores no son buenas noticias cuando se habla de este tipo de cosas. No obstante, no os tenéis que asustar.
Todo este tipo de medidas os van a dar tiempo para ir acomodando la situación a quienes inviertan al otro lado del charco.
Política internacional
Donald Trump ha demostrado en estos 4 años que la política internacional responde más a sus exigencias que a los acuerdos que puede llevar a cabo. Lo hizo con China, Rusia, Europa, Irán, Corea del Norte y Venezuela (solo por mencionar algunos).
Joe Biden que viene del bando contrario podría ser “como agua de mayo” para las políticas internacionales.
Como vicepresidente de Barak Obama, Biden siempre apoyó la mejora de las relaciones con Rusia. Algo que Trump no supo o no quiso hacer y todos recordaréis el escándalo de la supuesta ayuda rusa para que fuera electo presidente, ¿veremos un nuevo capítulo con el partido demócrata?.
Con respecto a China, los analistas esperan una bajada en las tensiones con el país asiático, pero eso no significa que desaparezcan del todo los aranceles.
El comercio internacional sin restricciones no será la siguiente página en esta historia, pero podríamos ver unas relacionas menos caóticas, más llevadas por la razón y no por los caprichos de un presidente.
Producción nacional
La famosa frase de Trump “Make America great again” la podríamos matizar de la siguiente forma “Make America great again, really”.
Pero, ¿por qué agregarle esa palabra? La respuesta es porque Biden propone un plan más realista, que no busca derribar a sus rivales a toda costa y a cualquier precio.
El plan presentado por los demócratas se llama “Build Back Better”, en español «Reconstruyámoslo mejor».
Propone un plan económico de 700.000 millones de dólares para impulsar la manufactura estadounidense promoviendo la compra de productos nacionales. Con ello, esperan estimular la innovación tecnológica para reducir la dependencia con China (de una manera más inteligente que la guerra comercial de Trump) e impulsar a los pequeños y medianos empresarios.
Pese a todo su accionar Trump no pudo acomodar la balanza comercial en cuatro años.
Industria petrolera y cambio climático
El cambio climático ha sido otro de los grandes puntos en la agenda política de Biden, pese a la salida oficial la semana pasada del Acuerdo de París impulsada por Trump.
El plan propuesto por el nuevo presidente es invertir 1,7 billones de dólares en energías limpias para el año 2050. Esto busca modernizar la infraestructura para eliminar la emisión de gases de efecto invernadero.
Uno de los puntos álgidos del último debate presidencial fue la industria petrolera. Biden señaló que creía que el país debería reemplazar el petróleo con energía solar, eólica y otras formas de energía no contaminante.
Tras el debate se vio obligado a matizar ante los periodistas que se refería a un plan para dejar de subsidiar los combustibles fósiles. «No vamos a acabar con los combustibles fósiles. No nos vamos a deshacer de los combustibles fósiles durante mucho tiempo […] no van a perder sus trabajos. Además, se van a crear muchos más puestos de trabajo en otras alternativas”.
Como veis, no esperamos un giro inesperado de 360 grados en cuanto a estos temas. La energía petrolífera no tiene los días contados ni significa que debáis desinvertir en este tipo de compañías con el triunfo de Biden, solo se abre el mercado a mayores opciones. Lo que no significa la eliminación de alguien y mucho menos del preciado oro negro.
Salud y coronavirus
Biden propone recuperar la reforma sanitaria de Obama (Obama care) vetada por Trump.
La pandemia puso en evidencia los fallos en la salud estadounidense y esta fue la gota que rebalsó el vaso en la opinión pública de Trump. Millones de infectados, muertos y cero medidas para frenar el avance del virus en uno de los países más afectados por la COVID- 19.
Trump no se ha tomado en serio la pandemia y esto le ha costado su segundo mandato.
El monopolio de las tecnológicas
El partido demócrata fue el gran impulsor de la investigación a las grandes empresas tecnológicas: Facebook, Google, Amazon y Apple.
Tras las conclusiones de expertos, el partido de Biden pidió al Congreso que estas empresas separen sus negocios de internet de otras líneas de negocio. El documento indica que Facebook y Google tienen poder monopolístico, mientras que Apple y Amazon tienen un importante y duradero poder de mercado.
No obstante, la división del Congreso hace inviable que esto prospere. Pero el gobierno demócrata está dispuesto a apoyar la demanda antimonopolio de las siguientes formas: apoyar el proceso hasta el final o enmendar la demanda para añadir nuevas reclamaciones. Lo que no harán es olvidar la demanda.
Podríamos decir que vienen mejores tiempos, aunque solo con algunos matices en ciertos casos. No es un cambio rotundo pero si un giro más hacia lo social, hacia la ecología y una posible mejora en las relaciones internacionales.
Tenemos 4 años para verlo.