El soufflé de Tesla y el nuevo hombre más rico del planeta

Seguramente, tan solo leyendo el titular, ya hayan intuido el hombre que se esconde detrás de semejante realidad, y que va a ser protagonista del artículo.

Y es que entiendo que, para la mayoría de personas, Elon Musk no les sea un nombre desconocido. Es natural, ya que, en mayor o menor medida, todos sabemos algo de él.

La semana pasada se conoció que Elon Musk ha pasado a ostentar el título de la persona más rica del mundo, según la lista en tiempo real que mantiene Bloomberg.

Le ha quitado el trono a Jeff Bezos, fundador del gigante Amazon (al tener muy diversificados sus negocios es por lo que no he añadido “el gigante del comercio electrónico”, en mi opinión, sería quedarse demasiado corto).

Es por ello que tenía que escribir un artículo acerca de él y de su empresa estrella: Tesla, fabricante de coches eléctricos y unos de los mayores impulsores del cambio de paradigma en el sector automovilístico.

De manera que, os invito a que en primer lugar hagamos un breve repaso por su biografía, al tiempo que podamos identificar los rasgos personales, los hábitos y las características que le han hecho ser una de las personas más influyentes del planeta. Seguro que sacamos algo que poder aplicarnos a nosotros mismos. 

Sus inicios

Musk nació en Pretoria, Sudáfrica, en 1971. Es sudafricano aunque nacionalizado canadiense y estadounidense.

En 1989 Elon, junto a su hermano Kimbal, su hermana Tosca y su madre Maye Musk se mudan a Kingston, Ontario, en Canadá. Posteriormente, en 1992 Elon obtuvo una beca para estudiar Economía y Física en la Universidad de Pensilvania.

Más tarde, se matriculó en Stanford para cursar estudios de doctorado, pero a los dos días lo abandonó para emprender en su primera empresa. Considerado por muchos único, Musk ha fundado cuatro compañías multimillonarias enmarcadas en diferentes disciplinas: software, energía, transporte y espacio, como Paypal, Tesla, SpaceX, The Boring Company, Hyperloop, Neuralink, OpenAI, SolarCity, etc. 

El pasado mes de diciembre anunció que ha abandonado su lugar de residencia en la zona tecnológica conocida como Silicon Valley, en California, para trasladarse a vivir a Texas, donde sus empresas tienen cada vez más presencia.

Texas es desde donde la compañía espacial Space X ha llevado a cabo el lanzamiento de sus cohetes, ámbito en el que también compite con Bezos, que lidera Blue Origin. 

Se le ha definido como a un “expert-generalist” que igualmente puede transferir conocimiento de un campo de conocimiento a otro, entendiendo los principales hilos que las hilvanan. Esto posibilita a estos expertos de la generalidad formular ideas que otros que solamente tienen interés por su área de especialización no tienen.

Tesla, quinta empresa mas valiosa de Wall Street

Lo que nos deparan estas líneas es, aparte de conocer un poco más a Musk, entrar en detalles acerca de los últimos acontecimientos que están sucediendo en Tesla y que le han hecho copar aún más titulares en los últimos días.

La pasada semana todos los medios alrededor del mundo se hicieron eco del sorpasso de Tesla a Facebook, que ha pasado a ser la quinta empresa más valiosa de Wall Street (la bolsa de Nueva York es una de las más importantes del mundo), solamente por detrás del resto de Big Techs: Apple, Microsoft, Amazon y Google. La valía de una compañía en bolsa y, por ende, de su relevancia en la mayoría de índices bursátiles se mide por el número de acciones que la empresa tiene emitidas en bolsa multiplicadas por su precio de cotización, o precio al que se negocian en el mercado, lo que conforma la capitalización bursátil de una compañía. 

Actualmente, la capitalización de Tesla supera los 800.000 millones de dólares, con un precio por acción de unos 870 dólares. El número de veces que el valor contable está contenido en su valor en bolsa asciende a 48, mientras la media del sector se sitúa en 2. Para establecer una comparativa más tangible del vertiginoso crecimiento de Tesla en bolsa, en un día, la compañía ha sido capaz de incrementar su capitalización en 60.000 millones de dólares, lo que vale toda General Motors.

Evolución de la cotización de las acciones de Tesla Year-to-date (YTD)

Vemos que pese al largo debate y a los continuos claroscuros de opiniones alcistas y bajistas para el desempeño de la compañía en bolsa, Tesla ha conseguido marcar unos hitos importantes en su track record.

Desde cotizar en el S&P 500 (considerado el índice más representativo de la economía norteamericana y que le va a proporcionar el acceso a más fondos), valer el doble que Toyota, General Motors, Ford y Honda juntos, hasta que sus acciones se hayan revalorizado nada más y nada menos que un 740% en 2020 y, en lo poco que llevamos de 2021, un 25%.

Esto ha provocado que, fulgurantemente, su máximo exponente, Musk, cuya participación en la compañía es del 20% además de atesorar opciones (stock options) por valor de unos 42.000 millones de dólares, haya superado en unos 1.500 millones al CEO y fundador de Amazon. La fortuna de Musk ya asciende a la astronómica e inimaginable cifra para el común de los mortales de 188.500 millones de dólares. Seguro que no soy la única que se pregunta si estas inabarcables fortunas pueden tener un techo, un límite de acumulación, como cuando no caben más números en la calculadora.

Mientras, Musk reaccionó a la noticia con dos breves mensajes a través de Twitter, donde se caracteriza por ser muy activo, en los que decía «qué extraño» y «vaya, de vuelta al trabajo». Tomemos buena nota.

Para añadir un dato con tinte sensacionalista, recalquemos que, según Bloomberg, Bezos seguiría teniendo con diferencia la mayor fortuna de no haber sido por su divorcio, en el que cedió alrededor de un cuarto de su participación en Amazon a su exmujer, Mackenzie Scott, que desde entonces forma parte de la lista de mujeres más ricas del mundo.

Pero, ¿qué es lo que ha impulsado semejante rally alcista en las acciones de Tesla?

Los inversores ven en Tesla un valor atractivo, ya no solo por los coches que fabrica, sino también por su ventaja tecnológica en áreas como la conducción autónoma (de hecho, Musk insiste en que cuando los coches sean completamente autónomos, el entretenimiento vivirá un nuevo impulso, para lo que se preparan en la compañía, que ya incluye juegos en sus coches), el aprovechamiento de la energía solar y el aprovechamiento de sus baterías.

Además, consideran que está mejor posicionada que sus competidores para maximizar la apuesta del Gobierno demócrata de Joe Biden por las energías renovables.

Así, parece haber dejado atrás una etapa turbulenta, durante la cual se llegó a dudar de su viabilidad. En 2020 logró fabricar más de medio millón de vehículos por primera vez en su historia y en los nueve primeros meses de dicho ejercicio su beneficio se disparó casi un 220%, hasta los 331 millones, encadenando ya 5 trimestres seguidos en verde después de años de números rojos.

Recientemente, Musk reveló que hace años, durante “los días más oscuros” del desarrollo del Model 3 de Tesla y con problemas financieros graves, se acercó a Tim Cook, CEO de Apple, para discutir la venta de Tesla a Apple.

Su propuesta, que habría valorado la compañía en una décima parte de su valor actual, fue rechazada frontalmente por el gigante tecnológico. Apple, aparte y por su parte, ha incursionado en el sector automovilístico sostenible y aspira a producir un coche autónomo en 2024 o 2025, ante la pública extrañeza de Musk. Aunque estas fechas tentativas podrían adelantarse tras conocerse también que Apple y Hyundai estarían supuestamente preparando una versión beta de un coche eléctrico para 2022. Las compañías planean firmar un acuerdo en marzo de este año con el fin de convertirse en socios estratégicos en el sector automovilístico e incluso puede que construyan una fábrica en Estados Unidos que a la larga permitiría a las empresas fabricar unos 400.000 vehículos al año. La propuesta de Apple emplearía una tecnología de baterías «revolucionaria» con la que podría reducir radicalmente el coste de las baterías y aumentar la autonomía del vehículo. De todas formas, el proyecto de Apple sigo repleto de incógnitas.

¿Está Tesla sobrevalorada?

Es ahora cuando la mente inversora se siembra de dudas acerca del posible colapso de Tesla en bolsa: ¿Realmente vale lo que cuesta teniendo en cuenta sus perspectivas de futuro? ¿Está Tesla sobrevalorada? ¿Seguirá revalorizándose? ¿Hasta cuándo?

Éstas son preguntas típicas para un asesor, analista o gestor, pero también para cualquier inversor, al que la prudencia puede hacer que decida no invertir en la compañía y viceversa, perdiéndose valiosas oportunidades.

De lo que no cabe duda es de que la compañía tendrá que extremar su disciplina ante el auge de su competencia, con firmes pulsos de General Motors, Hyundai, Toyota y un largo etcétera, y que podrían lograr un catch-up más rápido y efectivo de lo que pensamos. Cabe la posibilidad de que el hidrógeno como combustible cambie las reglas del juego.

Musk tiene motivos para preocuparse por la competencia, con especial atención al anteriormente comentado proyecto Titan de la innovadora Apple. Según Morgan Stanley, la incursión de Apple en el mercado de la automoción golpearía de lleno la cotización de Tesla, representando «el escenario bajista más creíble y formidable para las acciones de Tesla».

Adicionalmente, Michael Burry, ha lanzado una advertencia muy tajante: “Enjoy It While It Lasts” (disfruten mientras dure). Burry es el célebre inversor que predijo el crack de las hipotecas subprime en la gran crisis del 2008, convirtiéndose en multimillonario, y que se hizo famoso por su aparición en la película “The big short” (2015). Según él, los números de Tesla no se sostienen y son “ridículos”. El inversor podría haber abierto ya su apuesta en corto contra la compañía. 

No obstante, el amplio espectro de opiniones abarca opiniones de todos los colores. Para otros inversores profesionales, lo que encandila de Tesla no es que fabrique los mejores coches, sino porque logra que los coches del futuro sean mejores que los demás y, en este sentido, la compañía ha acumulado tal ventaja en la tecnología de baterías que será difícil ver que alguno de sus rivales tradicionales lo capte en un futuro cercano. Otros apuntan a que nada tiene que ver con los fabricantes tradicionales puesto que su negocio está diversificado. Tesla abarca la manufactura de vehículos eléctricos de gran autonomía con innovaciones tecnológicas avanzadas, como el autopilot, junto con el despliegue de una red propia de infraestructuras de supercargadores y soluciones de transporte de alta velocidad, como el túnel que desarrolla junto con The Boring Company, otra de las empresas de Musk, y que ha recibido el visto bueno del ayuntamiento de Las Vegas.

Asimismo, el mercado de los vehículos puramente eléctricos se acerca a su punto de inflexión, ya que se estima que las ventas mundiales de estos automóviles supondrán el 12% en 5 años, y la cifra se disparará hasta el 50% en 2040. En cambio, otros apuntan a que la subida de Tesla no está justificada desde el punto de vista de la automoción: todavía faltan infraestructuras para las recargas (tanto en espacios públicos como dentro de los hogares), la rentabilidad por unidad sigue siendo muy pequeña, y la obsolescencia tecnológica de sus componentes es muy acusada.

Los nuevos supercargadores de Tesla estarán disponibles a ...

Supercargadores de Tesla

Siento que esta muestra de opiniones no sea clarificadora, pero es a lo que cualquiera se enfrenta al invertir en bolsa y más en una compañía del matiz de Tesla: mucho más que automoción, una capacidad tecnológica global que se podría desarrollar y extender a otros ámbitos industriales, liderada por un visionario que es seguido muy de cerca por millones de personas e in crescendo.

Lo que es innegable y que no deja lugar a dudas es la unididad de Musk y su extraordinaria capacidad para hacer realidad lo que hasta hace poco eran sueños lejanos, impensables e inalcanzables. Musk está dando forma al futuro, y su trayectoria profesional es ejemplarizante en muchos aspectos, de donde podemos y debemos seguir tomando nota. 

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