No ha pasado mucho tiempo desde que escribí otro artículo desgranando los pormenores de las criptomonedas. No obstante, no hice mención a las “stablecoins”, por lo que, en esta ocasión, mi intención es introducir al interesado lector a la reconocida como mayor amenaza para la soberanía monetaria que ostentan los Bancos Centrales, poniendo el foco en nuestro caso, en el Banco Central Europeo (BCE).
Pero…¿qué son las “stablecoins”?
Para responder adecuadamente a esta pregunta, es inevitable establecer una comparativa con las criptomonedas, a las que, en general, ya estamos más habituados, máxime tras el reciente auge de Bitcoin, que no para de acaparar titulares y entradas de capitales que contribuyen a su rally alcista. Si el actual valor de mercado del Bitcoin tiene sentido es otra discusión para la que, si os parece, podría dedicar expresamente otro artículo.
Por su parte, las criptomonedas tienen su propio valor fiduciario, estando denominadas en su propia unidad de cuenta privada (Bitcoin, Ether, etc.), y, la que siempre ha sido la clave de su éxito para muchos de sus defensores, las criptomonedas no están emitidas, garantizadas, respaldadas ni indexadas a una moneda legalmente establecida como el dólar o el euro.
Complementariamente, han surgido las stablecoins que incorporan una importante diferencia respecto a las criptomonedas: están vinculadas o indexadas a una moneda legalmente establecida.
Proyecto libra
Para contextualizar con un ejemplo real, Facebook arrancó en el año 2019 junto con otras compañías, el proyecto Libra que, tras no ser bien recibido ni aprobado por los reguladores y las autoridades estadounidenses, ha cambiado drásticamente de objetivo y, en vez de pretender ser una cripto, busca establecerse como una stablecoin, llamada Diem (significa día en latín).
Si bien tiene valor fiduciario por sí misma y está denominada en su propia unidad de cuenta (Diem), está completamente respaldada por dólares estadounidenses, lo que, desde el inicio, le otorgará las propiedades que actualmente tiene el dinero tradicional.
Esto ha supuesto una amenaza directa para los bancos centrales, que temen que la amplia base de usuarios de Facebook y otras plataformas digitales de la Asociación Diem (27 miembros) gane rápidamente una cuota de mercado significativa que llegue a poner contra las cuerdas la efectividad de sus políticas, y que esta desintermediación se magnifique hasta el punto de convertirse en estructural y pueda desembocar en quiebras bancarias.
El respaldo total por USD significa que al menos una cantidad igual al valor nominal de cada Diem en circulación se mantendrá en efectivo o equivalentes de efectivo o bonos del Tesoro a muy corto plazo.
Como apuntan en la página web de Diem y en pos de aclarar las ventajas de la nueva stablecoin respecto al resto de medios de pago conocidos:
«Esto es diferente a lo que hacen los bancos, que solo mantienen una reserva fraccionaria en efectivo y otros activos líquidos (por ejemplo el 10%) para respaldar sus pasivos, y el resto de sus activos consisten en préstamos y otros activos ilíquidos”.
«El respaldo total con dólares es importante para evitar pánicos y estabilizar el sistema de pagos. Combinado con un compromiso con la transparencia y las auditorias, creemos que el respaldo total de cada Diem ayudará a garantizar que las personas y las empresas tengan confianza en que sus ‘monedas’ se pueden convertir a la moneda local».
Puedes visitar su página web: https://www.diem.com/en-us/
Con lo cual, nueva amenaza para la banca y para el sistema financiero en su totalidad, que, a estas alturas, acostumbra a moverse en un entorno cambiante y ser el flanco tanto de disrupciones como de irrupciones. Tampoco olvidemos que los cambios generan riesgos que habrá que medir muy cautelosamente.
Asimismo, dada la composición de Diem (USD), al adquirir y usar Diem como medio de pago, se estarían comprando de forma velada dólares, por lo que se incrementaría indirectamente la demanda de activos denominados en dólares estadounidenses, en decremento del resto y lo que lleva aparejado otras implicaciones.
Para más inri, la red de prueba de Diem sobrepasó los 50 millones de transacciones en el periodo de prueba que comenzó el pasado 16 de diciembre de 2020 y la red procesa, de media, 4 transacciones por segundo. En comparación con otras blockchains, aún tiene mucho margen para mejorar. Bitcoin (BTC) procesó 3,81 transacciones por segundo en el último mes y Ethereum alcanzó el máximo de 15 transacciones por segundo.
¿Qué dice el Banco Central Europeo?
En esta línea, la reacción del BCE ha sido la de contrarrestar estos riesgos principalmente a través de dos fórmulas: una es pidiendo a los políticos europeos más competencias para impedir que las stablecoins puedan amenazar su soberanía monetaria. La segunda puede ser el lanzamiento del euro digital, que competiría en calidad, privacidad, eficiencia y velocidad en los pagos con las stablecoins.
Las declaraciones de la presidenta del BCE, Christine Lagarde al respecto de la Asociación Diem (27 empresas tecnológicas) han sido: “Intentarían aprovechar su ventaja competitiva y el control de las grandes plataformas. Sus posiciones dominantes pueden dañar la competencia y la elección del consumidor. Además de generar preocupaciones sobre la privacidad de los datos y el uso indebido de la información personal”.
Ya hemos comprobado que el covid-19, entre otros daños y perjuicios para la inmensa mayoría, está generando oportunidades para otros, una minoría.
En el ámbito de los medios de pago, la crisis sanitaria, económica y social que atravesamos ha supuesto un cambio sustancial, fundamentalmente de la mano de la drástica reducción en el volumen de pagos en efectivo y el consecuente incremento de otros medios de pago digitales.
Por consiguiente, en este renovado entorno, nuevos activos están entrando en la competición con el dinero y, por tanto, con las entidades financieras tradicionales y los bancos centrales por el poder en la emisión de dinero (herramienta clave de su política monetaria).
Las diferencias con los medios de pago tradicionales, el dinero de toda la vida (efectivo, depósitos bancarios, dinero electrónico) son palpables. Éstos son emitidos y garantizados por autoridades públicas (bancos centrales y gobiernos) que toman decisiones y formulan políticas que afectan a su valor presente y perspectivas de evolución futura, repercutiendo en la economía.
Que una stablecoin como Diem se vuelva popular y acapare migraciones de usuarios, supondría la materialización del riesgo de sustitución de moneda y una pugna en contra del alcance y poder de la soberanía monetaria de la zona euro, que podría verse seriamente comprometida.
De manera que, el BCE, presionado por Alemania, está acelerando las pruebas con el euro digital ante el rápido cambio que están experimentando los métodos de pago, y en línea con otros bancos centrales, como el de China o Suecia.
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